30 de junio de 2015
Indonesia: Avión se estrella en un barrio, más 100 muertos
Más de 100 muertos y decenas de edificios quedaron en llamas después de que un avión militar C-130 de Indonesia se precipitó, dos minutos después de su partida y al parecer por un problema imprevisto en el motor, sobre un barrio residencial en la isla de Sumatra.
Se trata de un hecho que viene de la mano de otros desastres aéreos en este país en el último decenio, reanudando el tema de las dudas sobre las normas de seguridad de los vuelos en el archipiélago.
El Hércules C-130, que partió poco después del mediodía de una vecina base militar con la misión de llevar suministros a una isla en el Mar chino meridional, terminó su carrera cinco kilómetros después contra un edificio aislado recientemente construido, al punto que se desconoce si estaba habitado. Desde el lugar del desastre, en Medán, la tercera ciudad del país, y con el fuselaje casi pulverizado y coches en llamas, se alzaba hoy una columna de humo negro en una atmósfera caótica, con socorristas y residentes multiplicando los esfuerzos para encontrar eventuales sobrevivientes.
El balance de las víctimas aumentó progresivamente por la confusión sobre el real número de personas a bordo. Al comienzo la Fuerza Aérea local habló de solo 12 miembros de la tripulación, pero con el pasar de las horas fueron recuperados 49 cuerpos, entre ellos el de un niño de pocos meses. Se cree que hay cerca de 113 víctimas mortales, según la prensa local.
Según el jefe de la aeronáutica, Agus Supriatna, antes de repartir desde la base Soewondo de Medan, en el norte de la isla de Sumatra, el avión había efectuado diversas etapas en su viaje comenzado en la capital, cargando nuevos pasajeros -entre ellos familiares militares- por un total de 113 personas.
Aún no fue establecido cuántos de ellos abordaron la nave en Medan antes de reanudar el vuelo.
Supriatna explicó que el piloto del avión había comunicado el problema de motor a la torre de control, y estaba intentando devolver el Hércules a la base. Pero no había tiempo: diversos testimonios contaron a la televisión indonesa haber visto al avión volar bajo antes de que se estrellara.
Uno de ellos dijo que salía humo del motor antes del accidente. ß El C-130, de construcción estadounidense y dotado de cuatro motores, es usado en todo el mundo como un avión de carga fiable en particular para los ejércitos. Pero sobre el incidente de Medan pesa la sospecha que la edad del medio haya contribuido al desastre: el Hércules precipitado era en realidad de 1964, pero según un portavoz de la aeronáutica el avión estaba en buenas condiciones.
La ciudad de Medan (con cerca de 3 millones de habitantes) no es nueva en desastres aéreos que involucran a zonas habitadas. En 2005, un vuelo comercial se precipitó sobre un poblado suburbio, matando a 143 personas entre ellas una treintena de residentes; y en 1997, un jet de la compañía nacional Garuda Indonesia se estrelló poco antes de su arribo a la ciudad, causando 234 víctimas mortales.
El último desastre de la aviación indonesa se remonta al 28 de diciembre pasado, cuando un avión de la "reina de los bajos costos" Air Asia cayó en el Mar de Java con 162 personas a bordo.
También las fuerzas armadas indonesas tiene su historia de incidentes: cinco mortales desde 2008. En 2012, un Fokker-27 se estrelló contra un edificio de Yakarta, causando 11 muertos. Una vez, la aeronáutica militar atribuyó su pobre historial en materia de seguridad al embargo de Estados Unidos impuesto después de los abusos contra Timor Este, hecho que impidió una regular manutención.
Pero hoy aquella excusa no vale más, y el país lleva consigo mucho tiempo la reputación de tener pésimas normas de seguridad áerea: entre 2007 y 2009, por ejemplo, la Unión Europea prohibió todas las compañías aéreas indonesias de sus aeropuertos. Y ahora que el boom de la clase media multiplicó el número de sus rutas, el riesgo de nuevos accidente aumenta. Y7K-ADG/MRZ
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